jueves, 6 de marzo de 2008

La Contaminación De Los Ríos Es Determinada Por Los Insectos

Un estudio realizado durante 14 años en Ecuador demuestra que en menos de una semana es posible investigar el estado de contaminación de un río. Para ello es necesario estudiar a los macroinvertebrados (moluscos, crustáceos y larvas de insectos) que viven en las aguas. El trabajo comienza con la observación de los insectos debajo de las piedras, en las plantas y en los alrededores. Además, hay que tomar una muestra de las aguas para analizarlas en el laboratorio.La diferencia de esta investigación con las convencionales es que no requiere determinar si el río está contaminado o no. Cuando lo está, los insectos propios de la zona desaparecen.Los bichos que revelan que el ecosistema del río está en buenas condiciones son: plecoptera, ephemeroptera y trichoptera. Son ninfas y larvas de insectos que viven en el agua dulce y que son posibles de observar a simple vista.El danés Dean Jacobsen, limnólogo, quien realiza estos estudios en el país, señala que la mayoría de estas larvas viven en el agua y luego se transforman en insectos voladores, que habitan cerca de los ríos. La ausencia de estos macroinvertebrados y la presencia de larvas dípteneas (moscas), sanguijuelas y lombrices anuncian que la zona está contaminada.Jacobsen comenta que uno de los ríos más contaminados del país es el Río Cachaco, en Salgolquí. “Sus aguas están muertas. La falta de insectos muestra que el río ha sido contaminado con aguas servidas, desechos orgánicos, tóxicos, plásticos, entre otros. Pero, afirma que todavía existen ríos puros, sobre todo en el Callejón Andino, como el Tambillo-Yaco. Cuando estos están contaminados tienen menos oxigenación, un factor que incide en la desaparición de algunas especies. Por esta razón, Jacobsen realiza desde enero otro estudio en los ríos glaciares del Antisana, que podría complementar este. Según su teoría, estos afluentes tienen menos oxigenación. Una vez que finalice estos estudios, este investigador podría demostrar que los ríos, ubicados en las partes altas son más vulnerables a la contaminación, por lo que necesitarían una pronta atención.Hay diversos tipos de impactos ambientales que afectan el ecosistema acuático de los ríos. Entre ellos, pueden estar los impactos físicos indirectos de actividades humanas en las cuencas de los ríos, como las captaciones de agua para riego, agua potable o generación de energía eléctrica, deforestación o cultivos. También inciden las canalizaciones para aumentar la capacidad de drenaje de los ríos. Las fuentes contaminantes son emisiones de aguas domésticas e industriales que con tienen materia orgánica, nutrientes y diferentes clases de sustancias tóxicas. Los sectores agrícolas, floricultor y ganadero también contribuyen con abonos y pesticidas. Desde 1994, el Laboratorio Biológico de Agua Dulce de la Universidad de Copenhague en colaboración con la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica estudian la ecología de los ríos del Ecuador. Laura Arcos, rectora de la Facultad de Ciencias Exactas de la PUCE dice que el biomonitoreo de las aguas es crucial debido a que son escasas los estudios sobre este tema. Por el momento, ninguna entidad gubernamental ha aplicado el sistema del biomonitoreo para la descontaminación.
Auro Jesus Montes 17.522.553

martes, 26 de febrero de 2008

johandri hernandez

Coleópteros
Pueden ser de colores muy variados. Muchos son oscuros; sin embargo, hay otros que tienen colores metálicos que los hacen muy atractivos.
Reino animal

Imágenes
Crisomélido rojo
Coleóptero. Macrodontia americana
Grupo de coleópteros chilenos.- Como ya dijimos, los coleópteros pueden ser de colores muy variados. Muchos son oscuros; sin embargo, hay otros que tienen colores metálicos que los hacen muy atractivos.
Existen al menos 300 mil especies distintas de escarabajos, habitantes de todos los lugares y paisajes imaginables. Desde selvas, bosques, ciudades, praderas, desiertos, hasta lagos, charcas y estanques. Se caracterizan por tener alas delanteras muy duras, denominadas élitros, que ofrecen protección al individuo, y alas posteriores membranosas, que son las que les sirven para volar.
Casi todos los escarabajos vuelan; solo algunos carecen de alas posteriores. Muchos coleópteros son de colores oscuros, pero también hay otros que son muy vistosos, con tonos metálicos muy llamativos. Pueden existir grandes diferencias entre machos y hembras en cuanto a color, tamaño y actitud.
Sentidos
Los principales órganos de los escarabajos se encuentran ubicados en la cabeza, aunque en gran parte de su cuerpo se presentan cerdas (pelos) sensoriales; por ejemplo, en las patas. La vista y el olfato son los sentidos más desarrollados en este Orden de insectos; los olores los perciben a través de las antenas, que poseen muchos receptores sensoriales, aunque también presentan órganos olfativos en otras partes del cuerpo.
¿Cómo buscan pareja?
Durante la época de la reproducción, los escarabajos adultos están muy activos, ya que deben preocuparse de encontrar la pareja perfecta para dejar su descendencia.
Para ubicarla, algunos emiten sonidos, otros olores y otros destellos de luz. Las hembras, por su parte, secretan unas sustancias llamadas feromonas, que atraen a los machos. Durante el cortejo, el macho realiza extraños movimientos con las antenas, como una forma de estimular a la hembra; de ahí en adelante, viene el acoplamiento, donde el macho se sitúa sobre la hembra y la agarra con las patas para sujetarla.
De huevo a imagoDurante su vida, los escarabajos pasan por cuatro etapas (metamorfosis): huevo, larva, pupa, adulto o imago. La duración del ciclo es variable de una especie a otra, pero generalmente la etapa de más duración es la de larva, que incluso puede durar años. En cambio, los adultos viven mucho menos, entre algunas semanas y dos años. Normalmente, los huevos son colocados cerca del alimento de las futuras larvas o incluso dentro de él. Tiempo después nacerá la larva, que rompe con sus mandíbulas la envoltura del huevo.
¿Cómo se defienden?Estos insectos son bastante tramposos, o al menos, saben utilizar bien sus trucos. La mayoría de ellos, al verse amenazados, se quedan quietos y se esconden esperando que pase el peligro. Hay otros que fingen estar muertos, permaneciendo inmóviles. Pero hay algunos que pueden llegar a impresionarnos; se trata de aquellos que son capaces de camuflarse gracias a la capacidad que tienen de cambiar su coloración, confundiéndose con el entorno que los rodea. Otros tienen la posibilidad de secretar un líquido de muy mal sabor y olor, que espanta al enemigo; los miméticos son aquellos que imitan el color y el dibujo de algunos insectos, engañando a los depredadores y salvándose así del peligro.
Clasificación de los coleópteros
Adéfagos: escarabajos depredadores.
Polífagos: todo el resto
Clasificación por lo que comen
Carnívoros: se alimentan de otros insectos, gusanos y moluscos.
Herbívoros: se alimentan de vegetales, pudiendo causar grandes estragos en los cultivos. Como una especialización dentro de éstos, se encuentran los xilófagos, especialistas en madera: los juveniles o larvas roen el interior de los árboles y también las maderas elaboradas.

miércoles, 20 de febrero de 2008

insectos vs hombre


Transmisores de Enfermedades
Dos siglos atrás, ni médicos ni entomólogos imaginaban vínculo alguno entre insectos y enfermedades. Hoy se conocen centenares de afecciones, tanto del hombre como de los animales, difundidas por los insectos.
El paludismo o malaria es el ejemplo clásico. La enfermedad era conocida desde la antigüedad, lo mismo que su relación con los terrenos bajos y pantanosos. ¿Qué se suponía? Que el aire contaminado o miasma que por la noche se levantaba de los pantanos causaba la fiebre y los temblores característicos. Recién en 1882 alguien sugirió que el paludismo era transmitido por mosquitos, pero no le creyeron. Década y media después, se pudo comprobar.
Un mosquito, el famoso Anopheles, era quien transportaba los parásitos de la malaria. Excluyendo guerras y accidentes, se calcula que la malaria (y por tanto, su mosquito) ha sido responsable de la mitad de las muertes humanas desde la Prehistoria.
La famosa peste bubónica –cuyas apariciones diezmaron repetidamente a Europa- se relacionaba con las ratas, pero ahora se sabe que se trataba en realidad de la pulga Xenopsylla cheopis que sí infesta a las ratas.
La enfermedad del sueño, característica de África Central y antiguamente conocida como “el letargo negro” es transmitida por dos especies de moscas conocidas como tse tse.
La vinchuca, una chinche de gran tamaño, no se limita a provocar dolorosas picaduras. El parásito que ocasiona el Mal de Chagas-Mazza, una enfermedad silenciosa y luego crónica que afecta a zonas pobres de América Latina, es transmitido por este temible insecto. ¿De qué modo? La vinchuca defeca mientras come, dejando sus excrementos sobre la piel de la persona picada. Como la saliva de la vinchuca produce ardor, la persona se rasca, lacerando la piel y permitiendo así que el parásito penetre.
Sin ir más lejos, la mosca doméstica, aunque no es chupadora de sangre, lleva bacterias en sus patas, porque también se nutre de excrementos. Cuando luego se posa sobre alimentos humanos, puede transmitir disentería y otros desórdenes digestivos.

domingo, 17 de febrero de 2008

LA METAMORFOSIS

Los insectos se reproducen con mucha facilidad. Puede ser de dos maneras, algunos son ovíparos, es decir, se reproducen por huevos. Otros son ovovivíparos, que suena casi igual, pero que es distinto: el huevo se queda dentro del cuerpo de la hembra hasta que el insecto se desarrolla por completo. El número de huevos que puede poner un insecto es variable. Una mosca común, por ejemplo, llega a poner hasta novecientos.

Lo más asombroso de los insectos es el proceso de cambios que experimentan en su crecimiento: la metamorfosis
Ésta puede tardar días, e inclusive años en algunas especies. En general se desarrolla así: del huevecillo (1) nace una larva (2) de gran apetito. Con el tiempo, la larva va cambiando sucesivamente de piel, hasta que comienza a segregar un hilito con el que se envuelve y se adhiere a las hojas formando su capullo (3). Por fin, el insecto sale de su "escondite" transformado en ninfa, generalmente con alas. Ya en la última fase de la metamorfosis, la ninfa se convierte en adulto (4) al tomar las características de su especie.

Hay tres tipos de metamorfosis, según los cambios que sufre un insecto: directa, gradual y completa:

En la directa la larva nacida del huevecillo es muy semejante a lo que será el insecto adulto. Lo único que cambia en su desarrollo es la piel. En el caso de la metamorfosis gradual el cambio más importante sobreviene después de pasar por el estado de ninfa; las libélulas, por ejemplo, cuando son ninfas todavía no tienen alas pues las adquieren en su estado adulto. Y la metamorfosis completa es aquélla por la cual el insecto cambia todos sus órganos y su aspecto, como ocurre con las mariposas y los escarabajos; así, de una insignificante larva que se pasea por una hojas, puede surgir una mariposa llena de colores. Publicado por JESUS CALDERA. C.I 17.912.376

miércoles, 23 de enero de 2008

Resumen de metamorfosis de los insectos y etapas


Br. JANET CARRERO

C.I 14.131.195.







METAMORFOSIS Y ETAPAS:



Metamorfosis: Se denomina metamorfosis al conjunto de transformaciones externas e internas que sufre el insecto desde el huevo al estado adulto. Los que tienen una metamorfosis muy simple, porque ya nacen con aspecto de adulto, se denominan ametábolos. . Los insectos de metamorfosis incompletas o hemimetábolas se caracterizan porque en sus estados juveniles son ninfas. Una ninfa es casi siempre bastante parecida al estado adulto –llamado imago-. Por ejemplo, ya tiene ojos del tipo de los adultos y no ocelos como las larvas; ya tiene verdaderas patas; ya tiene esbozos de alas. Este tipo de desarrollo muestra las chinches, las langostas, los pulgones.

En estado larval son muy diferentes de los adultos: no tienen ojos compuestos, ni patas, ni esbozos de alas. En el camino hacia su estado adulto cambian su cutícula (la delicada piel que los recubre) entre una y 23 veces según la especie. Después de la etapa larval, sucede la pupación: el insecto construye un capullo o elemento similar y dentro de él sufre cambios profundos, hasta que un día sale ya transformado en adulto. El ejemplo más conocido es la mariposa que surge del gusano de seda.


SUS ETAPAS:


Generalmente en la etapa de pupa hay la disolución de los tejidos internos (histolisis). En los insectos con metamorfosis incompleta o "hemimetábolos" (2) la larva (generalmente llamada ninfa) semeja mucho al adulto mas solo éste es sexualmente maduro y, en el caso de insectos alados, tiene también las alas totalmente desarrolladas; mientras que en los insectos con metamorfosis completa o "holometábolos" (3), la larva es muy diferente. En todo caso la larva es sujeta a 4 o 5 mudas durante las cuales se despoja de la vieja cutícula (la nueva cutícula necesita de un tiempo para endurecerse y por esto el insecto inmediatamente después la muda tiene el cuerpo blando y pálido); la fase entre una muda y la siguiente se llama "instar".

Los estadios por los que pasa el individuo durante la metamorfosis son: huevo, larva, pupa y adulto.
Los individuos jóvenes y los adultos son muy diferentes, tanto en forma como en tamaño y hábitos. Esto se conoce como metamorfosis completa y puede ser observado en las mariposas.

Hay varios tipos de metamorfosis simple:

a) Ametábola. b) Hemimetábola. c) Parametábola.


La vida de la mariposa adulta depende de la suerte que corra, es decir, si va a realizar migraciones, si es víctima de un depredador o de las condiciones climáticas, etc. Pero, a pesar de estas variaciones, se puede calcular que la duración del ciclo de vida completo de la monarca es de aproximadamente de 5 a 7 semanas.

martes, 22 de enero de 2008

Los Insectos Como Alimento

Si bien la consideración de los insectos como alimento no puede ser discutida en la actualidad, el hecho de no haberse consumido significativamente en la UE podría enmarcarles en la compleja categoría de «nuevos alimentos», a pesar de su consideración como alimento milenario. La aventura de comercializarlos en la UE debe ir acompañada del cumplimiento estricto de la normativa sobre seguridad alimentaría y sobre etiquetado de los productos, y no estaría de más informar adecuadamente sobre la naturaleza del producto y las precauciones que debe adoptar para su preparación, conservación e ingesta.
Las primeras referencias sobre los insectos como alimento aparecen en el Levítico 11:20-23, cuyo texto permite a los fieles comer las distintas especies de langosta, saltamontes, ácridos y grillos. Y ya en el Nuevo Testamento se hace una significativa referencia a la alimentación de San Juan Bautista en el desierto a base de langosta y miel silvestre. El conocimiento de la entomófaga o consumo de insectos como alimento era ya una práctica conocida en la Antigua Grecia y Roma, tanto entre las clases ricas como entre las pobres.
Según se cuenta, el plato predilecto de Aristóteles eran las cigarras, que con miel también hacían las delicias de la aristocracia romana. Sin embargo, la familia real era más dada al consumo de larvas del «escarabajo ciervo», tras un período de unos meses sumergidas en vino y salvado. Y si bien estos hábitos alimentarios no han persistido de forma generalizada en Europa, en otros ámbitos se han mantenido como propios de la cultura culinaria, e incluso, de supervivencia de los pueblos. Así, por ejemplo, China tiene una larga historia en el uso de los insectos para la alimentación. En la actualidad, son muy apreciadas las pupas del gusano de seda que ya ha hilado su capullo, los escorpiones y las libélulas, muy populares éstas también en Bali, Laos, Japón y Tailandia.
Y es que en los países del lejano oriente existe una amplia variedad de insectos como alimento, entre ellos saltamontes, escarabajos, hormigas, grillos, chicharras o larvas de libélulas o de abeja, que no dudan en asar, marinar, agregar o combinar con otros alimentos base, como el arroz. La costumbre insectívora es compartida por otros muchos pueblos, desde Australia, donde los aborígenes tienen entre sus comidas preferidas las orugas de una polilla gigante, hasta el Nuevo Mundo, donde el consumo de insectos estuvo muy extendido entre las culturas indígenas y los primeros colonizadores, en cuyas dietas diarias no faltaban los saltamontes, los grillos, las larvas o las polillas.
Tanto en México como en América Central y Sudamérica sigue existiendo una tradición culinaria que abarca un amplio abanico de insectos, que van desde los escarabajos, las hormigas «culonas» o los chinches, hasta los gusanos rojos y blancos, y los populares «chapulines» (una especie de saltamontes). Sin embargo, en otras zonas del planeta, la ausencia de escrúpulos frente a los insectos se ha constituido como la base de su supervivencia. Así, en Ghana, los nativos se alimentan de las termitas aladas, que comen fritas o azadas, y molidas para formar una nutritiva harina, que les aportan proteínas, grasa y aceites, evitándoles la desnutrición.

Auro Montes 17.522.553